Cuando nos tenemos que someter a una intervención uno de los aspectos más importantes es saber si será necesaria sedación o anestesia y de qué tipo. Pues con nuestras mascotas sucede igual. Puede que, en alguna de tus visitas al veterinario, te hayas planteado la necesidad de sedar o anestesiar a tu perro para realizar diversos procedimientos. Pero, ¿sabes cuál es la diferencia entre sedación y anestesia en perros? Desde nuestro blog de perros queremos aclararte tus dudas.
Diferencia entre anestesia y sedación en mascotas
En primer lugar, la diferencia es que se trata de dos técnicas distintas, aunque puede que en ocasiones sean complementarias. Su principal objetivo es aliviar el estrés y el dolor que determinados procedimientos veterinarios puedan causar a nuestras mascotas. La diferencia notable se encuentra en la conciencia del paciente, del can. Durante la sedación el paciente está continuamente consciente y es capaz de mantener su propia respiración, sin ayuda. Sin embargo, en la anestesia (palabra que viene del griego y significa “falta de sensación”) general el paciente está con pérdida de conocimiento que impide que sienta. No es capaz de respirar por sí mismo por lo que necesita un respirador. Otra diferencia se encuentra en la recuperación. Mientras que la sedación requiere de un corto tiempo, la anestesia requiere de un proceso de reanimación que puede llevar horas.
Sedación y anestesia en perros
La sedación en perros se consigue administrando fármacos que deprimen la función nerviosa. El sistema nervioso central sufre un grado variable de atenuación y de enlentecimiento que consigue tranquilizar al paciente, lo aísla del medio ambiente y permite que esté sosegado y colaborador ante tratamientos o exploraciones invasivas. La anestesia se trata de una técnica más compleja que se utiliza en procedimientos más largos e invasivos, como las cirugías. Se caracteriza y diferencia de la sedación, en que el animal se sume en un estado conocido técnicamente como “hipnosis”, en el cual no está consciente y, por tanto, no es capaz de percibir el estrés físico o mental. También se caracteriza por un estado de amnesia, relajación muscular y pérdida de los reflejos, que impide a nuestra mascota responder antes estímulos físicos.
¿Qué es la sedación en veterinaria?
La sedación se utiliza para la realización de procedimientos cortos y poco invasivos, como puede ser la extracción de espigas, la realización de radiografías, sutura de heridas, etc. La sedación es una forma ligera de anestesia en la que el animal está dormido y relajado, pero mantiene todos sus reflejos vitales y puede tener cierta respuesta consciente. Consiste en la administración de uno o varios fármacos a través de una inyección intramuscular, notándose sus efectos a los 10-30 minutos aproximadamente. Estos fármacos producen una pérdida variable de la consciencia del animal, dejándole en un estado similar al del sueño, es decir, dormido y relajado. En este estado, el paciente mantiene los reflejos, respira por sí mismo y puede realizar alguna respuesta de manera consciente.
¿Qué es la anestesia en veterinaria?
En el caso de utilizar anestesia general, el animal queda inconsciente durante un breve periodo de tiempo. Durante este estado de inconsciencia, se produce una relajación muscular y una pérdida total de la sensación de dolor.La anestesia se inicia siempre con una valoración previa del animal que incluye la realización de pruebas complementarias (como una analítica general, un electrocardiograma y una radiografía torácica) que nos permiten conocer el estado de salud general de la mascota. La anestesia general se usa para procedimientos más complejos, especialmente si pueden cursar con dolor (cirugías, resolución de fracturas mediante cirugía o colocación de férulas o vendajes, etc). La anestesia y la sedación son totalmente compatibles. De hecho, es frecuente que, en anestesias locales y regionales, dependiendo de cada caso, se aplique también la sedación.
Consejos tras la anestesia o sedación de perros
Es importante mantener al perro vigilado las primeras 24 horas tras la anestesia o sedación. Después de haber sido anestesiado, el animal puede aparecer cansado, deambular de un sitio a otro y dar muestras de inquietud.
Riesgos de la anestesia
Pese a todas sus ventajas, es normal que nos planteemos los posibles riesgos que puedan entrañar ambas técnicas. Estos riesgos están relacionados principalmente con la depresión del sistema nervioso central y el sistema cardiorrespiratorio que producen los fármacos empleados. Hoy en día, estos riesgos están minimizados a través de las pruebas previas que se realizan a los pacientes, la combinación de fármacos que permite reducir las dosis empleadas, la monitorización constante del animal y la experiencia y conocimientos de los especialistas.