Ictus en perros

ictus en perros
Si a tu perro se le paraliza la mitad del cuerpo, mueve de manera extraña los ojos y la cabeza, está descoordinado o sufre convulsiones, podría estar sufriendo un ictus.
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Compartir la vida con un mejor amigo perruno tiene muchos beneficios, pero también responsabilidad. Conocer las enfermedades caninas que también les puede afectar es vital. Sobre todo, porque muchas de ellas aparecen sin previo aviso y pueden tomarnos por sorpresa. En este post del blog de perros queremos hablar sobre el ictus en perros, la cual puede manifestarse de manera repentina, lo que hace que sea imprescindible identificar los síntomas que pueden alertarnos que nuestro can está sufriendo un derrame cerebral. Si a tu perro se le paraliza la mitad del cuerpo, mueve de manera extraña los ojos y la cabeza, está descoordinado o sufre convulsiones, podría estar sufriendo un ictus.

¿Qué es un ictus en perros?

El ictus se define como una interrupción del flujo sanguíneo hacia un área específica del cerebro. Esta enfermedad de origen vascular aparece de manera repentina debido a que la oxigenación cerebral se ve comprometida, las células de dicho órgano se ven afectadas y en algunos casos pueden dejar de funcionar. Dicho en otras palabras de manera coloquial, el cerebro posee una gran cantidad de vasos sanguíneos que se encargan de suministrar el oxígeno y los nutrientes para su funcionamiento. Estos conductos son pequeños y delgados, por lo que bajo ciertas condiciones el suministro de sangre se puede obstruir y ocasionar hemorragias.

Tipos de ictus en perros

Existen dos tipos de ictus que debemos aprender a diferenciar para tener un manejo más adecuado de la situación:

  • Ictus isquémico o embólico. También conocido como infarto cerebral. Se produce cuando hay una obstrucción en una vena o arteria cerebral y la sangre no puede circular correctamente haciendo que el cerebro no tenga el riego adecuado en su totalidad. Es producto de una interrupción repentina en el flujo de los vasos sanguíneos cerebrales, lo que provoca la muerte de las neuronas y el tejido cercano. Como consecuencia, no habrá un riego uniforme al cerebro y se puede generar una necrosis isquémica de la zona afectada.
  • Ictus hemorrágico. Producido cuando se rompe un vaso sanguíneo trayendo como consecuencia una hemorragia cerebral, lo cual permite que la sangre se esparza y genere presión sobre el tejido.

Muchos de los perros que sufren un ictus pueden recuperar la funcionalidad total o parcial de las zonas afectadas del cerebro. No obstante, esto depende de la gravedad del caso concreto y de la extensión del área afectada.

Causas del ictus en perros

El ictus en perros puede ser causado por enfermedades subyacentes, por ejemplo:

  • Endocarditis. Una afección del pericardio, que puede llegar a convertirse en una infección bacteriana, causante de coágulos que terminen restando eficacia al riego sanguíneo cerebral.
  • Neoplasia primaria o metastásica. Puede ser el origen de un émbolo, o bien originar hemorragia si afecta a la función coaguladora.
  • Coágulos post quirúrgicos. También existe una pequeña probabilidad de que se formen coágulos después de una intervención quirúrgica.
  • Migración de parásitos o émbolo de parásitos, como por ejemplo dirofilaria. Algunos parásitos son capaces de migrar por el torrente sanguíneo o formar un émbolo, por lo que, si se agrupan, obstruirán el trayecto de la sangre derivada al cerebro. También te puede interesar el artículo Picaduras en perros.
  • Enfermedad de Von Willebrand. Es un trastorno hematológico que retrasa la coagulación debido a la falta de ciertas proteínas. El ictus en perros que originará derivado de la condición será de tipo hemorrágico.
  • Hipertensión arterial. La presión arterial alta facilita tanto la presencia de infartos cerebrales como los derrames. Para evitar esta y muchas otras situaciones similares, lo mejor será mantener siempre al can con el mejor estado de salud posible.
  • Trombocitopenia. Una bajada en las plaquetas circulantes en el sistema circulatorio del cánido es capaz comprometer la coagulación. El estado trombocitopénico puede ser causado por varias enfermedades, siendo la ehrlichiosis canina una de las más comunes. El tipo de ictus en perros que traerá consigo una trombocitopenia será de origen hemorrágico.
  • Neoplasias. Son formaciones anormales de tejido capaces de causar obstrucciones del flujo sanguíneo y coágulos. Una neoplasia es capaz de causar tanto obstrucciones como coágulos que puedan viajar a través del torrente sanguíneo y comprometer la oxigenación del cerebro.

Síntomas del ictus en perro

Los signos clínicos del ictus en perros más característicos son la aparición rápida de déficits neurológicos. Algunos de los signos que pueden aparecer incluyen:

  • Convulsiones. Las convulsiones son el resultado de una serie de estímulos anormales en las neuronas que controlan los músculos. Por lo tanto, se generan movimientos incontrolables que paralizan a la mascota y la incapacitan.
  • Dificultades para moverse o para mantener la postura correcta. El animal empieza a realizar movimientos extraños o tiene problemas para caminar correctamente debido a la parálisis del cuerpo al interrumpirse la función normal del cerebro. Algunas acciones simples como mover las extremidades o alguna parte del cuerpo se vuelven imposibles. Esto se puede percibir a simple vista al ver la dificultad que tiene la mascota para moverse, pararse o acostarse.
  • Pérdida de la coordinación. Los movimientos coordinados solo son posibles gracias a la función compleja de varias áreas del cerebro. Si alguna de ellas falla, la mascota podría perder la capacidad de controlar sus acciones e intercalarlas entre sí.
  • Movimientos involuntarios de cabeza. El perro no es capaz de mantener la cabeza quieta.
  • Parálisis parcial o hemiplejía. Al perro se le paraliza de repente la mitad de su cuerpo.
  • Parálisis total o tetraparesia. Al perro se le paraliza todo el cuerpo y no se puede mover.
  • Debilidad muscular. Así como las neuronas pueden sobreexcitarse y provocar las convulsiones, es posible que pase lo contrario y se vuelvan incapaces de mandar señales a los músculos.
  • Nistagmo en uno o en ambos ojos. Los ojos del perro se mueven de arriba abajo o de derecha a izquierda sin control.
  • Fiebre o aumento sin control aparente de su temperatura corporal. Conoce en el siguiente post cuál es la temperatura normal de un perro.

Si observas cualquiera de estos síntomas en tu perro, llévalo inmediatamente al veterinario.

¿Qué hacer si le está dando un ictus a mi perro?

En el apartado anterior hemos hablados de los síntomas que deben alertarte de que tu perro puede estar sufriendo un ictus. De ser así, debes seguir una serie de pautas hasta llegar al veterinario.

  • Mantén la calma.
  • Si los síntomas están afectando a la movilidad de tu can, ayúdale a acomodarse hasta llegar al veterinario.
  • Si empieza a convulsionar es primordial que le ayudes a tumbarse en el suelo y así, le podrás poner la mano bajo su cabeza para evitar que se golpee contra el suelo.

Diagnóstico del ictus en perros

Al tratarse de una condición tan severa y con tantas condiciones propiciadoras, el veterinario realizará una serie de pruebas y recopilará la mayor cantidad de información posible. De este modo, podrá saber de qué tipo de ictus se trata y cuáles son las posibles causas. Para detectar un caso de un caso de ictus canino se utilizan diferentes métodos, por ejemplo, la anamnesis, la tomografía computarizada y las pruebas hemodinámicas.

Tratamiento del ictus en perros

Lamentablemente, el ictus canino no cuenta con un tratamiento especial para revertir esa condición. La prevención es el mejor modo de combatir ese problema. La dieta adecuada, el ejercicio frecuente y las visitas periódicas al médico veterinario, son la base de estos hábitos.

¿Puede recuperarse un perro de un ictus?

El pronóstico está basado en las áreas del cerebro que pudieron ser afectadas, en el tipo de ictus y en la gravedad del daño a las células cerebrales. Los ictus que tienen mejor pronóstico son los isquémicos, mientras que el ictus hemorrágico suele ser de pronóstico oscuro. Asimismo, si tu mejor amigo perruno ha conseguido superar esta enfermedad, podría manifestar algunas secuelas de origen nervioso por el daño que el ictus causó en su organismo.

Cómo prevenir el ictus en perros

Para prevenir el ictus canino, conviene procurar que los perros realicen ejercicio físico de manera regular. Además, también hay que proporcionarles una alimentación sana y equilibrada. Por último, también es necesario acudir a hacer chequeos periódicos a nuestra clínica veterinaria de confianza para que sea el profesional veterinario el encargado de valorar la salud del animal.

Antes de acabar el post meramente informativo sobre el ictus en perros, volvemos a recordar que los signos pueden aparecer en cualquier momento. Si esto sucede, acude rápidamente a una clínica veterinaria para que tu mascota sea asistida rápidamente y al final haya un buen desenlace.

Bibliografía

  • Wessmann A, Chandler K, Garosi L. (2009). Ischaemic and haemorrhagic stroke in the dog. The Veterinary Journal.
  • Hernández, A., Serra-Gómez de la Serna, B. & Cava, P. (2015). Alteraciones vasculares del sistema nervioso. Consulta Difus Vet, 1-6.
  • Raurell, X., Centellas, C., & Zamora, A. (2007). Enfermedad vascular cerebral: 9 casos clínicos. Clínica veterinaria de pequeños animales, 27(1), 0027-35.
  • Font Utset, A., Closa, J. M., Mascort Boixeda, J., & Durall Rivas, I. (1987). Enfermedad de Von Willebrand en el perro: un caso clínico. Clínica veterinaria de pequeños animales, 7(1), 0039-42.
Sobre Ictus en perros

una interrupción del flujo sanguíneo hacia un área específica del cerebro. Esta enfermedad de origen vascular aparece de manera repentina debido a que la oxigenación cerebral se ve comprometida, las células de dicho órgano se ven afectadas y en algunos casos pueden dejar de funcionar.

  • Ictus isquémico o embólico. También conocido como infarto cerebral. Se produce cuando hay una obstrucción en una vena o arteria cerebral y la sangre no puede circular correctamente haciendo que el cerebro no tenga el riego adecuado en su totalidad.
  • Ictus hemorrágico. Producido cuando se rompe un vaso sanguíneo trayendo como consecuencia una hemorragia cerebral, lo cual permite que la sangre se esparza y genere presión sobre el tejido.

  • Endocarditis. 
  • Neoplasia primaria o metastásica. 
  • Coágulos post quirúrgicos. 
  • Migración de parásitos o émbolo de parásitos, como por ejemplo dirofilaria.
  • Enfermedad de Von Willebrand.
  • Hipertensión arterial.
  • Trombocitopenia.
  • Neoplasias.

  • Convulsiones.
  • Dificultades para moverse o para mantener la postura correcta.
  • Pérdida de la coordinación.
  • Movimientos involuntarios de cabeza.
  • Parálisis parcial o hemiplejía.
  • Parálisis total o tetraparesia.
  • Debilidad muscular.
  • Nistagmo en uno o en ambos ojos.
  • Fiebre o aumento sin control aparente de su temperatura corporal.

Al tratarse de una condición tan severa y con tantas condiciones propiciadoras, el veterinario realizará una serie de pruebas y recopilará la mayor cantidad de información posible. Lamentablemente, el ictus canino no cuenta con un tratamiento especial para revertir esa condición.

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