Linfoma en perros

linfoma perros
Este cáncer afecta a los ganglios linfáticos y el sistema linfático.
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El linfoma es un término que engloba un grupo de cánceres que derivan de los linfocitos. Esta enfermedad ataca al sistema inmunológico del paciente y aparece en los órganos que tienen tejido linfoide, como el bazo o el hígado, o directamente a los ganglios. Este cáncer, que también se conoce con el nombre de linfosarcoma, se trata de una enfermedad provocada por una proliferación maligna de las células que defienden el organismo en el sistema inmunológico. Es la neoplasia de origen hematopoyético más frecuente en perros y supone hasta el 25% de todos los cánceres en esta especie. Comprender esta enfermedad puede ayudarnos a tomar decisiones informadas sobre la salud canina de nuestro mejor amigo perruno. En este post del blog de perros ampliamos información acerca del linfoma en perros.

¿Qué es el linfoma canino?

El linfoma canino es un tipo de cáncer del sistema linfático, que es parte de la red del organismo que combate los gérmenes. El sistema linfático comprende los ganglios linfáticos (glándulas linfáticas), el bazo, el timo y la médula ósea. Se produce por una proliferación descontrolada y también maligna de las células del sistema linfoide. El linfoma es una de las neoplasias malignas más frecuentes en perros, siendo la neoplasia hematopoyética que se presenta con mayor frecuencia en esta especie. ¿La causa? Se desconoce, pero ha sido asociada a infecciones víricas, herbicidas, campos magnéticos y disfunciones inmunitarias. También se han descrito aberraciones genéticas y moleculares, pero que no han sido relacionadas con información clínica de interés. Se han observado diferencias inmunofenotípicas entre las diferentes razas que podrían sugerir un riesgo heredable. Se cree que los perros con alteraciones en el sistema inmunitario y con enfermedades autoinmunitarias tienen un riesgo aumentado de padecer linfoma y también se ha asociado, aunque se ha demostrado, al tratamiento con ciclosporina y al padecimiento de infecciones por Helicobacter.

Linfoma perros

Los perros jóvenes pueden verse afectados, aunque normalmente lo veremos en perros de edad intermedia. No hay predisposición en cuanto a sexo, pero se piensa que es más frecuente en algunas razas como como Golden Retriever, Boxer, San Bernardo, Scottish Terrier, Basset Hound y Bulldogs. Según la Morris Animal Foundation en el 2016, en el bullmastiff sí se apunta una tendencia al aumento de la incidencia del linfoma.

linfoma canino
Linfoma cutáneo en un perro de raza Bulldog Inglés.

Etapas linfoma canino

El linfoma canino puede encontrarse en varios estados clínicos. La clasificación se basa en la localización anatómica, estadificanción, histología e inmunofenotipo. El sistema de estadificación clínica del linfoma según criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) son:

  • Estadio I: afectación de ganglio o tejido linfático en un órgano que no es la médula ósea.
  • Estadio II: varios ganglios linfáticos afectados en un área corporal.
  • Estadio III: linfadenopatía generalizada.
  • Estado IV: afectación de hígado y bazo ± estadio III.
  • Estadio V: afectación de médula ósea o enfermedad extraganglionar.

Subestadio:

a) Sin signos clínicos de enfermedad sistémica.

b) Con signos clínicos de enfermedad sistémica.

Otra clasificación puede ser de acuerdo a su localización.

  • Linfoma multicéntrico o sistémico. Este tipo de linfoma afecta los ganglios linfáticos, provocando en la mayoría de los casos su agrandamiento, también llamado linfadenomegalia. Algunos de sus síntomas pasan por fiebre y deshidratación, entre otros.
  • Linfoma extranodal. Se trata de un linfoma que afecta de forma específica a un órgano específico fuera del sistema linfático. El linfoma extranodal es raro, pero puede desarrollarse en la piel, los ojos, los riñones, los pulmones o el sistema nervioso.
  • Linfoma intestinal. Es el segundo tipo más común de linfoma. En este caso el linfoma se dirige a los intestinos, donde también se manifiestan los síntomas: dolor abdominal, vómitos, diarrea y pérdida de peso.
  • Linfoma mediastínico. Produce una linfadenomegalia de los nódulos mediastínicos, es decir, en la mitad del tórax. Esto comprime los pulmones, causando tos y disnea o dificultad para respirar.

Linfoma en perros síntomas

Al ser un conjunto de enfermedades con presentación tan amplia, los síntomas del linfoma en perros son variables. En ocasiones se puede detectar un ganglio linfático con aumento de tamaño en una consulta veterinaria de rutina, es decir, que algunos pacientes serían asintomáticos cuando se diagnostican. Es decir,  la mayoría de los canes se presentan en consulta sin signos de enfermedad sistémica (subestadio a).

Es habitual detectar el problema por la manifestación de síndromes paraneoplásicos como anemia, hipercalcemia (principalmente en linfoma de linfocitos T) y trombocitopenia inmunomediada. Generalmente, los pacientes se presentan con una historia clínica de linfadenopatía generalizada, no dolorosa, progresiva de una forma rápida y con posible afectación esplénica. Los signos clínicos suelen ser inespecíficos o pueden relacionarse con el órgano o área afectada. Los perros con subestadio b estarán clínicamente enfermos. Lo más frecuente en estos casos es que muestren anorexia o hiporexia, pérdida de peso, decaimiento, vómitos y diarrea. Otros signos clínicos que podemos ver son abultamiento abdominal, disnea, afectación mediastínica, acúmulo de fluido pleural, edema regional linfa-tico, masas cutáneas o subcutáneas, hematomas, palidez de mucosas, sonidos respiratorios de tipo estridor o estertor en el caso de afectación de los ganglios retrofaríngeos, etc.

Diagnóstico del linfoma canino

El diagnóstico del linfoma requiere una combinación de análisis de sangre, ultrasonidos cultivos de ganglios linfáticos y órganos internos, o biopsias. Dado que el pronóstico depende del tipo de linfoma presente, es importante realizar pruebas especiales en las células cancerosas. Para llevar a cabo un diagnóstico definitivo del tipo de linfoma, fundamental a la hora de establecer un pronóstico y un plan terapéutico adecuado, se realizan otras pruebas más complejas de diagnóstico molecular, como la citometría de flujo o la inmunohistoquímica. Además, al tratarse por lo general de animales de edad media y avanzada, es importante realizar un chequeo completo de la salud del animal que, por lo general, incluirá una analítica completa de sangre y orina y pruebas de imagen.

Tratamiento del linfoma canino

Debido a que el linfoma es una enfermedad que afecta al paciente de forma sistémica, la quimioterapia es el tratamiento de elección para el linfoma de células grandes (linfoblastos). Existen muchos protocolos para el tratamiento del linfoma y el más adecuado dependerá del paciente, del tutor canino y de aquellas medicaciones que estén a nuestra disposición. El tratamiento suele requerir la administración de fármacos citostáticos (salvo casos específicos). No obstante, el protocolo a seguir dependerá de la clase de linfoma y su extensión. El objetivo del mismo sería prolongar su tiempo de supervivencia y mantenerle una buena calidad de vida. También puede usarse radioterapia e inmunoterapia. El pronóstico va a depender de la fase del linfoma que padezca el perro cuando comience a tratarse. Es importante iniciar el tratamiento cuanto antes y no esperar a la aparición de recidivas o metástasis, pues de esta manera se complica el cuadro.

¿El linfoma en perros tiene cura?

La preocupación más frecuente y habitual en los tutores con perros afectados por un linfoma es saber si su mascota va a sobrevivir y por cuánto tiempo. La American Kennel Club manifiesta que esta respuesta no es tan simple, ya que cada pronóstico es diferente dependiendo del paciente. Además, hay que tener en cuenta conceptos como remisión y cura, ya que, aún, el linfoma canino no tiene cura. La remisión del cáncer se logra en 80 al 90% de los casos, con un tiempo de supervivencia de 10 a 12 meses. Depende del tipo de linfoma y del estadio clínico de la enfermedad. Pero sí, la probabilidad de recuperación y supervivencias Como hemos podido comprobar en el apartado anterior, hay casos de linfoma en perros que sí se curan mediante cirugía o tratamientos, sin embargo, hay otros en los que no es posible una curación y el tratamiento se basará en mejorar la calidad de vida. Por tanto, la curación siempre dependerá del tipo de linfoma y del estadio clínico de la enfermedad.

¿Qué esperanza de vida tiene un perro con linfoma?

En cuanto a la esperanza de vida media, hay dos factores pronósticos más importantes que definen la supervivencia de un perro con linfoma son el subestadio clínico del linfoma (a o b) y el fenotipo. Los linfomas de bajo grado tienen una expectativa de vida de varios años, mientras que, en los de alto grado, la media supera el año de vida; con sus respectivas excepciones. Los linfomas de alto grado de células T, presentan mayores resistencias a los tratamientos, siendo la esperanza de vida media menor.

De modo es importante acudir con frecuencia al veterinario apra que este realice chequeos rutinarios de la salud de nuestro mejor amigo perruno, sobre todo en animales de mediana edad y geriátricos. El diagnóstico precoz en este tipo de patología igual que en otras, resulta fundamental para conseguir tasas de supervivencia mayores.

Referencias:

  • Morris Animal Fundation. Dog Breeds With Increased Cancer Risk. 2016
  • Cartagena Albertus, J.C. (2021).  Linfoma canino en Edra, Las 105 consultas más frecuentes en la clínica veterinaria.
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