Sí, los perros sienten dolor, pero con dos peculiaridades respecto a los humanos: su umbral de dolor es más elevado y no son capaces de hablar y decirnos qué les sucede. Ellos manifiestan su dolor a su manera, con lo cual es necesario entender el lenguaje de los perros. Y es que al igual que los perros sienten miedo, algunos manifiestan señales claras ante los primeros signos de dolor, mientras que otros tratan de esconder, enmascarar o silenciar cualquier señal de dolor como instinto de supervivencia.
¿Sienten los animales el dolor como los humanos? ¿Cómo lo experimentan?
El concepto del dolor en los animales ha sido un tema de debate durante siglos. A medida que avanzamos en nuestro entendimiento de la biología y la cognición animal, se vuelve crucial considerar cómo diferentes especies experimentan y responden al dolor. ¿Qué entendemos por dolor?
El dolor consiste en una sensación desagradable que puede tener su origen en varias causas. Los nocioceptores, son células especializadas en la detección del daño y son los encargados de transmitir señales de dolor al cerebro. En el caso de los perros, a diferencia de las personas que podemos verbalizar nuestro dolor, dicha comunicación se hace a través del cambio en el comportamiento, inapetencia o apatía e incluso a través de señales de agresividad al ser molestados. Por ello, resulta clave observar al perro para conocerlo y saber descifrar la información que nos transmite con su cuerpo y su forma de actuar.
No obstante, no solo el dolor físico es relevante en los animales. Un estudio reciente publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) de investigadores de la Universidad de Michigan (EE UU) confirmó que son las mismas regiones del cerebro que responden a las experiencias sensoriales dolorosas las que se activan durante las experiencias intensas de rechazo social. Es decir, no solo el dolor físico es relevante en los animales. Los perros abandonados y maltratados pueden experimentar dolor emocional manifestado en cambios de comportamiento. La evitación de la socialización, la pérdida de apetito y la indefensión aprendida son ejemplos de cómo el sufrimiento psicológico puede afectar a los animales. Esto subraya la importancia de considerar tanto el bienestar físico como emocional de las criaturas con las que compartimos el planeta.
Por lo que, aunque tu perro no pueda hablar te avisará cuando sienta dolor con otros signos, como cambios en su comportamiento, movimientos físicos y lenguaje corporal, y vocalizaciones como ladridos y quejidos.
¿Cómo medir el dolor en perros?
Como hemos comentado los animales, incapaces de expresar el dolor verbalmente, emplean expresiones faciales, movimientos y vocalizaciones para comunicar su malestar. En la medicina veterinaria, la Escala de Glasgow se utiliza para medir el dolor y facilitar un tratamiento eficaz.
Qué hacer si tu perro siente dolor
Si tu perro muestra signos de dolor, lesión o enfermedad, lo que debes hacer es llevar a tu mejor amigo perruno inmediatamente al veterinario.
Distintos tipos de color en perros
Al igual que los humanos, los perros también son capaces de manifestar su dolor y estrés de distintas maneras, dependiendo de factores como personalidad, dolor al que se enfrentan… El dolor se puede percibir por dos canales: de forma sensorial o de forma emocional. Además, los dolores son distintos entre sí, por lo que se hace más complicado saber de dónde proviene el dolor al no poder comunicarse con palabras.
Signos comunes de dolor en los perros
Si tu perro siente dolor, puedes notar:
- Cambios de postura. Bajar la cola, aplanar las orejas y ponerse de pie con la espalda encorvada pueden denotar malestar en el can.
- Movimientos rígidos. Un perro con dolor puede parecer reacio a moverse. Si tiene que levantarse, puede que camine más despacio de lo habitual o incluso cojee.
- Reflejos más lentos. Es posible que tu perro no responda con la rapidez habitual cuando se le llama por su nombre o no le apetezca ni jugar con su juguete favorito.
- Cambios en la respiración. Puede que tu perro jadee o respire más deprisa de lo habitual.
- Escalofríos, temblores o espasmos. Si notas que tu perro tiembla por todas partes, puedes intentar pasar suavemente las manos por su cuerpo para encontrar el punto concreto que le causa dolor. El temblor solo en las patas traseras puede indicar artritis.
- Cambios en el comportamiento. Los perros que sufren dolor pueden comportarse de forma diferente a la habitual: menos apetito, estar inquieto, pasar más tiempo dormido, se lame, muerde o rasca un punto concreto del cuerpo… También puede ser que muestre de repente un comportamiento agresivo como intentar morder, gruñir o te enseñar los dientes.
- Las expresiones faciales también nos pueden ayudar a saber si el perro está sintiendo dolor. Puede sacar a relucir los «ojos de cachorro» cuando tu perro te mira. Entrecerrar sus ojos, tener la mirada perdida o las pupilas muy grandes.
- Por último, si el dolor de tu perro procede de su sistema musculoesquelético (huesos, articulaciones, músculos o tejidos conjuntivos), es posible que se canse rápidamente, evite el ejercicio y tenga problemas para caminar. Por el contrario, si el dolor de tu perro procede de un órgano interno, puede tener fiebre, vómitos y dificultad para respirar. Es posible que no quiera comer y que notes cambios en la micción o el tránsito intestinal, como estreñimiento.
Una vez detectado cualquiera de los signos mencionados, se debe acudir con urgencia al médico veterinario para determinar la causa.