Más de 276.000 firmas reclaman que perros de protección para mujeres maltratadas y que estos sean considerados “perros de asistencia” para que puedan acompañar a las mujeres a cualquier sitio sin restricciones. ¡Únete a esta petición!
El 25 de noviembre de cada año, muchas ciudades acogen manifestaciones multitudinarias contra la violencia de género. Se trata del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
«¿Dónde coño estabas? ¿Eh? ¡Ven aquí!» El hombre se dirige hacia América agitando los brazos, amenazándola, insultándola. Va a agredirla. Ella le da un primer aviso: «Vete.» Él sigue aproximándose sin hacer caso omiso al segundo aviso. En este momento, América tira del arnés de Vero, su perra presa que hasta ese momento permanecía a sus pies. Este gesto activa al animal, que se abalanza sobre el agresor, golpeándole con el hocico metido en un bozal. Esta acción a él le inmoviliza, pero a ella, le salva la vida.
Aunque la siguiente narración es un simulacro, América es una mujer real, víctima de violencia de género. Junto con otras 19 mujeres, ella comparte su vida con un perro adiestrado por la Fundación Mariscal. Esta fundación benéfica, creada por D. Ángel Mariscal Díaz y propietario de la empresa Security Dogs, se centra en el adiestramiento de perros para la protección de mujeres que han sufrido violencia de género. Una iniciativa que cuesta alrededor de 8.000 euros por cada perro, que costea íntegramente esta fundación. No recibe ningún tipo de ayudas públicas.
La historia de la Fundación Mariscal, ¿cómo surgió?
Esta iniciativa comenzó hace más de 7 años cuando una mujer se puso en contacto con Ángel Mariscal pidiéndole que adiestrar a su perro para que la protegiera de su maltratador. Aunque no tenía nada que ver con el servicio que daba su empresa, Security Dogs, dedicada a adiestrar canes para seguridad privada y otros eventos, no dudo en ayudarla. «Empezamos a trabajar en otra dirección, sin entrenar al perro el instinto de caza, ni en el de defensa, ni el de seguridad. Nos dimos cuenta de que todos tienen un instinto muy arraigado, el instinto de protección. Llevaba 25 años adiestrando y ni siquiera me había dado cuenta de que existía» subraya.
Al perro no se le entrena el instinto de caza ni la defensa, sino de protección
«Estos perros no muerden, ni van a matar. No son agresivos, necesitamos perros supersociales que sean capaces de convivir con niños, y ser completamente normales hasta el momento en el que la mujer coge el catalizador de la protección», apunta Mariscal. Por eso, estos animales no son “perros escolta” o “perros de seguridad” y es necesario que sean incluidos en la ley que regula los perros asistencia. Son perros de protección para mujeres maltratadas entrenados para repeler agresiones y disuadir al agresor.
Seguridad y confianza para mujeres maltratadas
En España no hay una legislación común sobre estos animales y mientras en algunas comunidades están regulados como perros guía, hay otras en las que no es así, lo que conlleva que se les prohíba la entrada en muchos lugares. Debido a las limitaciones a las que tuvo que hacer frente una mujer víctima de violencia de género, hace ya más de un año que inició una campaña de recogida de firmas en la plataforma Change.org a la que ya se han sumado más de 223.000 personas. Únete y reclama tú también para que puedan optar a un perro de defensa y que se acometan los cambios legislativos necesarios para que sea considerado un «perro de asistencia» y pueda acompañarlas a cualquier sitio sin restricciones. Estos animales aportan a las mujeres maltratadas la seguridad y confianza que necesitan.
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