Mantener el volumen y la composición de los fluidos corporales en los niveles correctos es posible gracias a los sistemas que controlan la ingesta de agua y la producción de orina. Con frecuencia los tutores de las mascotas nos damos cuenta que nuestra mascota bebe y/u orina mucho, más de lo normal. Cuando estos mecanismos de control se alteran, hace su aparición poliuria (aumento de la producción de orina) y polidipsia (aumento de la ingesta de agua). La poliuria y la polidipsia son síntomas clínicos que pueden presentarse en diferentes patologías, por lo que será necesario un diagnóstico de la enfermedad que está creando el problema. Estos 2 mecanismos son caras opuestas de la regulación de líquidos en el organismo y están modulados por diferentes órganos y procesos fisiológicos. Es por eso que vamos a dedicar un post del blog de perros a verlos por separado en los siguientes apartados y conocer cuáles son las causas de poliuria y polidipsia en perros y qué hacer en cada caso.
Poliuria polidipsia perros
Parte del trabajo de homeostasis que realiza el cuerpo es el mantenimiento del volumen y la composición de los líquidos, es decir, el nivel de hidratación general. Cuando los valores óptimos de esta variable se alteran, el organismo lo que hace es activar ciertos comportamientos como la poliuria y la polidipsia, destinados a devolver el equilibrio.
La poliuria (PU) y la polidipsia (PD) son dos síntomas que pueden afectar a los perros y que se caracterizan por un aumento en la producción de orina y un aumento en la ingesta de agua respectivamente. Se considera polidipsia (PD) cuando la mascota bebe más de 100ml/kg/día de forma habitual. La polidipsia y poliuria en perros suele ser un indicativo de enfermedad importante. Mencionar que muchas veces estos síntomas de orinar más o beber más agua simplemente se producen por un cambio en la dieta de húmeda a seca, por ejemplo.
La poliuria y la polidipsia son signos clínicos que pueden presentarse en distintas patologías, por tanto, será preciso realizar un diagnóstico de la enfermedad que los ocasiona para poder corregirlos. A continuación, veremos lo que significan estas palabras por separado y qué patologías o desórdenes la pueden causar en perros.
Poliuria en perros
La poliuria en perros es un término médico que se utiliza para describir la micción excesiva en los perros. Es decir, consiste en un aumento de la diuresis muy por encima de lo normal y, por tanto, un aumento de la producción de orina. La poliuria en perros, se considera que existe cuando producen más de 50 ml de orina por kilogramo de peso por día (50 ml/kg/día). Es decir, para calcular si tu perro presenta poliuria debes multiplicar su peso en kg por 50. El resultado serán los mililitros de orina que debe producir al día como máximo. Si la producción es mayor, presentará poliuria.
La diuresis está regulada por hormona antidiurética o ADH, que promueve la reabsorción de agua a nivel de los riñones (en particular a nivel de los túbulos renales). Por este motivo, en patologías en las que se altera la síntesis o acción de esta hormona, se produce poliuria.
Poliuria perros
No debemos confundir la mascota que se orina por incontinencia con la que se orina por poliuria. Las que presentan poliuria generalmente suelen pedir salir o se orinan mientras duermen. A menudo está relacionada con la polidipsia, ya que los perros que beben mucha agua, también tienden a orinar con más frecuencia. Por lo tanto, si tu canino bebe agua y orina, ambas en exceso, es importante buscar atención veterinaria para descartar cualquier patología.
Tratamiento de la poliuria en perros
La identificación de la enfermedad que provoca la poliuria es fundamental para poder instaurar el tratamiento adecuado. El tratamiento efectivo para la poliuria en perros depende de la causa subyacente de la afección. En algunos casos, simplemente ajustar la dieta y aumentar la actividad física del perro pueden ser suficientes para reducir la micción excesiva. Sin embargo, en otros casos, se pueden requerir medicamentos o incluso cirugía. Si la poliuria es causada por una infección del tracto urinario, se pueden prescribir antibióticos para tratar la infección. En casos más graves, como la insuficiencia renal o la obstrucción urinaria, se pueden requerir tratamientos más agresivos, como la diálisis o la cirugía para eliminar una obstrucción.
Causas de poliuria en perros
Debemos diferenciar dos tipos de poliuria en función de la osmolaridad de la orina, ya que las causas serán diferentes.
- Poliuria acuosa. Causa por la falta de respuesta renal a la ADH (disminución de la reabsorción de agua debido a la presencia de solutos osmóticamente activos en los túbulos renales, que no se reabsorben y arrastran agua) o por la disminución de la síntesis y secreción de ADH (si disminuye su síntesis y secreción, se reabsorberá menos agua en los túbulos renales e incrementará el volumen de orina).
- Poliuria osmótica, la cual se produce por la disminución de la absorción de agua debido a la presencia de solutos osmóticamente activos en los túbulos renales, que no se reabsorben y transportan agua.
Enfermedades que causan poliuria en perros
En la poliuria acuosa encontramos:
- Diabetes insípida central: se presenta en animales jóvenes por causas desconocidas o secundaria a lesiones del sistema nervioso central que provocan una menor síntesis o secreción de ADH.
- Diabetes insípida nefrogénica: debido a la falta de respuesta a la ADH. Puede ser primaria (por una anomalía renal congénita) o secundaria. Las patologías que pueden dar lugar a una diabetes insípida nefrógena de forma secundaria son: la piometra (infección purulenta en el útero), pielonefritis, síndrome de Cushing, enfermedad de Addison, feocromocitoma o hipopotasemia.
En cuanto a la poliuria osmótica:
- Diabetes mellitus. La presencia de glucosa en los túbulos renales impide la reabsorción de agua, lo que aumenta la producción de orina.
- Fallo renal crónico. El número de nefronas funcionales disminuye y, como mecanismo compensatorio, las nefronas supervivientes aumentan su filtración. Como resultado, los solutos osmóticamente activos se acumulan en los túbulos renales, lo que evita la reabsorción de agua y aumenta la producción de orina.
Polidipsia en perros
La polidipsia canina es una condición médica en la que un perro bebe agua muy frecuentemente, superiores a las normales. En el perro se considera polidipsia cuando la ingesta de agua supera los 100 ml por kg de peso por día (100ml/kg/día). Es decir, para calcular si tu perro presenta polidipsia debes multiplicar su peso en kg por 100. El resultado serán los mililitros de agua que debe beber al día como máximo. Si la ingesta es mayor, presentará polidipsia. Debe recordarse que la ingesta de agua está regulada por el centro de la sed, que se encuentra en el hipotálamo. Entonces esas patologías que estimulan el centro de la sed conducen a la polidipsia.
La polidipsia en perros puede ser asociada con varias enfermedades como la diabetes o la insuficiencia renal, ya que sus síntomas están relacionados con la ingesta de agua y la pérdida de orina. Es importante poder identificar sus síntomas para así detectarlo a tiempo y tratar la patología en caso de que se trate de polidipsia. La identificación de la enfermedad que provoca la polidipsia es fundamental para poder instaurar el tratamiento adecuado.
Causas de la polidipsia en perros
Se pueden diferenciar dos grandes causantes de la polidipsia en los perros primaria, es decir, cuando aparece antes de la poliuria, estos son:
- Los trastornos de comportamiento que llevan a los animales a beber de forma compulsiva.
- Patologías que estimulan el centro de la sed, esto a nivel del sistema nervioso central.
Síntomas de polidipsia en perros
Los síntomas que pueden presentar los perros con polidipsia son los siguientes:
- Sed excesiva. Beben mucha más agua de lo normal y pueden parecer sedientos.
- Orina excesiva. Orinan con más frecuencia y en cantidades mayores.
- Incontinencia. Puede haber accidentes en el hogar debido a la necesidad de orinar con frecuencia.
- Cambios en los hábitos alimenticios. Comen menos de lo normal.
- Pérdida de peso.
Enfermedades que pueden generar la polidipsia en los perros
- Tumores cerebrales, accidentes cerebrovasculares o traumatismos craneoencefálicos, ya que son patologías que consiguen estimular el centro de la sed a nivel central.
- Polidipsia psicógena, siendo un trastorno de comportamiento.
- Encefalopatía hepática, donde se acumulan ciertos compuestos en la sangre, los cuales deberían ser metabolizados por el hígado, y consiguen estimular el centro de la sed.
Tratamiento efectivo para la polidipsia en animales
El tratamiento efectivo para la polidipsia en animales dependerá de la causa subyacente de esta afección, la que ha provocado la aparición de esta alteración. Si se diagnostica una enfermedad encubierta, como por ejemplo (diabetes, hipertiroidismo, síndrome de Cushing, insuficiencia renal o hepática), el veterinario puede recetar medicamentos, dietas especiales o cirugía para tratar la afección. Si, al contrario, esta es causada por factores ambientales, como el calor, el ejercicio o el estrés, puede ser necesario ajustar el estilo de vida del perro.
¿Cuánto tarda en curarse la polidipsia en perros?
La cura para la polidipsia canina depende de la causa subyacente. Si es causada por una enfermedad oculta, como diabetes o insuficiencia renal, tratar la enfermedad puede curar la polidipsia. Sin embargo, en algunos casos puede ser un síntoma de una enfermedad crónica, como el síndrome de Cushing, y en estos casos, el tratamiento se centra en controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida del perro.
Consejos para tratar la polidipsia en perros
- Ofrecer agua fresca y limpia.
- Vigilar la ingesta de líquidos.
- Alimentación adecuada.
- Visitar al veterinario.
- Controlar la glucemia. Si la causa de la polidipsia es la diabetes, es importante controlar la glucemia del perro y seguir las recomendaciones del veterinario.
En las primeras etapas de la enfermedad, la polidipsia (PD) y la poliuria (PU) no son muy evidentes, por lo que resulta difícil detectarlas en las mascotas. Este post es meramente informativo, en Mi Mejor Amigo y Yo no tenemos facultad para prescribir tratamientos veterinarios ni a realizar ningún tipo de diagnóstico. Te animamos a que lleves a tu mascota al veterinario por si presenta algún tipo de molestia o malestar.
No podemos acabar este artículo sin indicar la importancia de prestar atención a los hábitos de nuestro mejor amigo perruno para poder identificar un posible aumento de sed y de micción. Una forma para saber cuánta agua bebe el perro es dejar una sola fuente de agua a su disposición y mediar la cantidad que ha tomado en las 24 horas.